He visto el apogeo y la decadencia de mi generación.
El punto de quiebre de mis ancestros.
He escuchado las voces que dentro del laberinto relatan la Historia de "Glorias y Fracasos" de los pueblos oprimidos y sublevados.
Conocí las maravillas de la naturaleza, destruidas por la mano del hombre.
Aprecié los monumentos arquitectónicos descubriendo que,
aquellos edificios de hierro y cemento, esconden el pobrecito Ego de unos seres insignificantemente miserables.
Ví lo experimental y frívolo de cada moda y sus consecuencias en el rastro de la "cosa humana".
Supe considerar el fetichismo de la mercancía material y el hueco nefasto que deja en los corazones de los hombres.
Observé como todos -sin omisión ni excepciones- cosificamos a "La Muerte" en calidad de persona.
"La Muerte": como mal invisible, como fantasma impredecible que nos acecha y cosecha nuestras almas.
Conocí a la muerte y entre cuatro copas y un atado de cigarrillos,
sé cuál es el color y el secreto que se esconden tras sus ojos.
Y aún así, la acepto con sus "atinos y desaciertos": sin temores, sin cuestionamientos ni mucho menos futuros remordimientos.
Conocí como una gran parte de la Humanidad juega a querer ser "Dios".
Como otra parte de la humanidad teme la "ira de Dios".
Como una pequeña porción es Atea y cuestiona el "poder divino",
escupe los evangelios apócrifos pero cuando se ven devastados creen en "El Salvador",
en su salvación y se arrepienten de lo que han blasfemado.
Y como otros pocos se creen el "Mesías", "Dios", "La mar en coche" y son tan Inmortales como "Homero y Borges" frente a las puertas del Targel.
Conozco la realidad cotidiana y el resultado que forjamos en la "falsa conciencia".
Hombres de huecos y negros corazones con falencias y represiones falocéntricas -
Mujeres provocadas y seducidas por sus despechados desbordes hormonales a punto de eclosionar como una vanguardia de orgasmos escondidos.
Tomé como opción la teoría suicida,
teniendo en cuenta su "causa/efecto" sobre las consciencias colectivas y por eso también, probé matarme pero sólo en teoría.
Cómo la vida es una caja de Pandora y nosotros nos sentimos cada vez más arraigados,
más reducidos a ser "espectros sociales".
Ví el desmonoramiento, la desmoralización, la degenaración y la desgeneración de la "sagrada familia" como antigua y actual ruina de la institución...
Ya he visto. He escuchado. He observado. He aceptado y cedido demasiado para soportar y defender mi postura parcial sobre recapitulaciones vividas, pasadas, ajenas o íntimas. No por ser una futura "investigadora social" mi ergo es ser"socióloga" por permitirme éste momento de "conciencia homogénea" porque desde ya, la Sociología como "ciencia", gracias a la soberbia y el ego de algunos "científicos sociales" es considerada una pseudociencia bastarda, incomprendida y muchas veces considerada como misma República en ruinas.
Sociología. Social. Ente social. Científico social, investigador social. Ego Social. ERGO: ¡Socióloga! Pero qué clase de Sociólogos somos aquellos que sabiendo que dependemos de un Entramado de relaciones sociales interdependientes descubierto por nosotros mismos seguimos dejando lo social cosificado, seguimos con las mismas intolerancias que dejamos en el cajón del ayer.
Amo la Sociología pero, al igual que Roma, se ha convertido en una vulgar y corrupta ramera.
[Carolina Bono - Martes 24 de Mayo de 2011. Caballito]
